Con la soja en baja, igual suben los alquileres

Con la soja en baja, igual suben los alquileres

Diario Bae -Por Merino Soto

 

Frente al escenario de baja de la soja para el 2015, los dueños de los campos buscan implementar un aumento de entre el 10 y 15% en los nuevos contratos de alquiler. Un incremento que “no convalida” el productor y que dejaría muchos lotes sin producir.

De acuerdo con un primer relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), los propietarios de campos pretenden que los arrendamientos 2014/2015 se ubiquen en los 10 quintales de soja por hectárea, lo que significa un alza del 11% respecto del ciclo pasado.

Según el analista de la BCC, Gonzalo Augusto, “los dueños de campos consideran que la producción para el próximo año será récord, lo que sustenta sus posiciones a favor de revisar para arriba el precio de los contratos”.

Y no es equivocada la lógica dado que todo apunta a que se sembrará más soja en desmedro del maíz. Todo indica un valor para el poroto de u$s250 para abril de 2015 contra los 330 dólares de 2013.

Esto hace suponer que muchos campos se quedarán sin alquilar. Para la analista de mercado, Lorena D’angelo, “si no se ajustan los alquileres a la realidad del mercado, los números no van a dar y por ende no se cerrarán los contratos”. Por lo tanto la cuestión tenderá a dilatarse hasta último momento a partir de que el productor “no convalida” el aumento.

En referencia a la modalidad de alquiler lo que busca ahora es volver “a quintales fijos” dejando a un lado “el porcentaje a rendimiento”, o una combinación de ambos. Desde la Bolsa señalan que el margen logrado en esta campaña inclina al productor a compartir riesgos.

El economista del INTA Pergamino, Reinaldo Muñoz, sostiene que también se está empezando a hablar de un adelanto del 25% y el resto, al final de la cosecha. Mas aclara que el productor debe asegurarse que esta modalidad se plasme en el contrato.

Muñoz ve una baja en promedio de entre uno a dos quintales por hectárea para el próximo período. Es decir, de un 15 al 20 por ciento. El argumento es que “el arrendatario con el panorama de precios pierde porque todo está caro. Lo que podría generar quebrantos en gran parte de la zona productora y ni hablar de los campos más alejados de los puertos”.

Los datos del INTA hablan que el costo por hectárea en soja se mantiene alrededor de los 300 a 350 dólares sin el pago de impuestos, una cifra similar a lo visto en la campaña 2013/2014, frente a una valor cercano a los 250 dólares la tonelada para el año entrante. El ingreso por hectárea quedaría en los 700 dólares.

En definitiva, los contratos de alquiler se postergarán hasta el final y mirando día a día la evolución de los valores en Chicago. Hoy hay que recordar que todavía restan 25 millones de toneladas de soja sin vender.

Semanas atrás el poroto tuvo su veranito tras cotizar en la plaza local a u$s305; hoy oscila en los 295. En el camino quedaron casi u$s300 millones fuera del bolsillo del productor.

Ayer el Departamento de Agricultura de los EE.UU. mantuvo el buen estado del cultivo de soja, más allá de alguna ausencia de lluvias y algo de calor para los próximos días en el país del Norte. Los operadores coinciden en que el poroto puede seguir cayendo.

Reunión en Agricultura por CNV y granos

El viernes se reunirán los diferentes actores del mercado granario para avanzar en la transparencia de las operaciones tras la firma de la resolución conjunta con la Comisión Nacional de Valores.

La semana pasada, en declaraciones periodísticas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires decidió presentar un recurso administrativo para buscar cambios en la norma y desde ya impedir la aplicación de las resoluciones 208/2014 y general 628/2014.

Este diario pudo saber que el Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales le envío una carta al presidente de la entidad Ricardo Marra, para pedir la suspensión de la presentación administrativa mientras se den los canales de diálogo que “habilite la instancia negociadora” mostrada por las autoridades, señala la misiva.

Este diario intentó comunicarse con representantes de la Bolsa porteña, pero no hubo respuesta a los llamados. Los cambios están generando una pelea de intereses entre los grandes actores del mercado que se oponen a la transparencia en favor de los productores con mayor capacidad financiera.