Con bajas por el USDA ¿qué podemos esperar?

Con bajas por el USDA ¿qué podemos esperar?

Una jornada después del informe mensual del USDA de julio, los precios futuros en Chicago finalizaron con subas por cobertura de posiciones vendidas y compras de oportunidad ante las fuertes bajas pasadas.

El comportamiento de los precios está lejos de mostrar una recuperación sostenida en el tiempo con el contexto que se vive en los campos estadounidenses y los datos publicados por el USDA.

Las nuevas cifras confirmaron una situación más holgada en la campaña 13/14 que está transcurriendo por el ajuste al alza de los stocks finales de todos los productos.

La sorpresa fue para la soja que pasó de 3,40 millones de toneladas a 3,81 millones aún con ajustes al alza en los componentes de la demanda y un recorte en la proyección de importaciones de 2,45 millones de toneladas a 2,31 millones.

Con una menor oferta por el recorte mencionado, se aumentó la demanda de molienda de 46,27 millones de toneladas a 46,95 millones y las exportaciones de 43,55 millones de toneladas a 44,09 millones.

Estos datos fueron compensados por una cifra negativa de 1,88 millones de toneladas en concepto de residual. ¿pero que significa esto? Simplemente nos muestra que hay más soja en el mercado que el actualmente relevado, por lo cual se debería ajustar al alza la producción de soja estadounidense del ciclo 2013/14.

Para que dicho ajuste se produzca hay que esperar al informe de stocks trimestrales de fines de setiembre donde se conocen las existencias de la campaña que finaliza para corregir la oferta.

Mientras tanto en el mercado impactan las proyecciones 2014/15 con aumento en la cosecha hasta 103,42 millones de toneladas a partir del ajuste al alza del área de siembra que mostró el reporte del 30 de junio pero sin cambios en el rinde promedio esperado a pesar que los analistas proyectaban un incremento a partir del informe del estado de los cultivos en los campos.

La mayor oferta igualmente fue compensada por subas en las proyecciones de molienda y exportaciones, que no fueron suficientes, y aumentó también los stocks finales desde los 8,85 millones de toneladas a los 11,29 millones actuales.

Para el maíz hubo también ajustes de stocks que fueron bajistas para el mercado por superar las expectativas.

En lo que respecta a la campaña 2013/14, las existencias pasaron a 31,65 millones de toneladas desde las 29,11 millones anteriores, por una disminución en el consumo del cereal para forraje (dato que se desprende de las mayores existencias al 1º de junio) que solo fue compensando en parte por un incremento en el uso para etanol.

Para la campaña 2014/15 se proyecta una menor cosecha a partir de la menor área sembrada pero, con un mayor stock inicial y sin cambios en la demanda proyectada, el stock final pasó de 43,84 millones de toneladas a 45,75 millones.

Para el trigo la sorpresa estuvo del lado de la producción estadounidense 2014/15 al mostrar un incremento en la cifra hasta los 54,21 millones de toneladas comparados con los 52,85 millones del reporte de junio cuando los analistas esperaban un recorte.

Con el aumento de la oferta y la proyección de menor demanda doméstica y de exportación, los stocks finales se proyectan en 17,95 millones de toneladas, casi un 15% arriba del informe anterior y un 11,86% respecto del ciclo precedente.

 

¿Y en el mundo?

 

Los datos globales fueron también desalentadores para los precios al aumentar casi todas las proyecciones de stocks finales para la campaña 2014/15.

El impacto más fuerte está en los cereales donde, de confirmarse las cifras de producción, nos encontraríamos casi en niveles récord de existencias.

Para el trigo se proyectan 189,54 millones de toneladas y para el maíz 188,05 millones, datos que también para la FAO permitirán mejorar el balance mundial y acceder a precios más bajos de los alimentos.

En el caso de la soja, los stocks finales globales para el ciclo 2014/15 se proyectan en 85,31 millones de toneladas, arriba de los 82,88 millones del reporte anterior y un 26,8% superior a la presente campaña.

Así con los datos mencionados, además de algunos ajustes a la suba en las cosechas de varios países, los números del mundo nos muestran una situación holgada para la próxima campaña.

 

¿Qué podemos esperar?

 

Pocos cambios en el comportamiento de los precios que estuvimos viendo en las últimas semanas, con mayor volatilidad por el papel que juega el clima en el mercado de Chicago en el periodo crítico de polinización de maíz durante julio y de florecimiento de la soja durante agosto.

Los precios continuarán presionados por las condiciones favorables de desarrollo de los cultivos y las perspectivas de buenas cosechas en Estados Unidos para el 2014.

Sin embargo, queda alguna luz de esperanza en el clima y que la baja reciente de precios despierte una mayor demanda.

Mientras tanto, hay pasar el momento con ventas que sean necesarias y coberturas obligatorias.

La soja local todavía muestra una demanda activa con oferta retraída que limita la caída de los precios mientras que el maíz con el avance de la cosecha que lleva a una mayor oferta que demanda tiene más para perder.