Las retenciones como aporte al Fisco estan en el nivel mas bajo de la decada K

Las retenciones como aporte al Fisco estan en el nivel mas bajo de la decada K

Cronista – Por Paula Lopez

En medio del ahogo financiero que denuncia estar sufriendo el sector agropecuario, con «todas las actividades sin rentabilidad», en palabras del presidente de la Sociedad Rural (SRA), Luis Etchevehere, y a 80 días de las elecciones presidenciales el debate sobre los derechos de exportación vuelve al centro de la escena.
Aunque la actual situación de la producción primaria esté lejos de ser solucionada con la reducción o eliminación directa de las retenciones que tributan la soja; el trigo; el maíz; el girasol; la carne vacuna; los lácteos y las economías regionales; los dirigentes rurales y productores de base que por estos días copan varias rutas señalan que sería más que un alivio que se deje sin efecto el esquema instaurado tras la crisis del 2001 y la devaluación en el gobierno de Eduardo Duhalde. Y entienden que es es un paso indispensable, junto con la eliminación del cepo exportador, para que el campo despliegue «todo su potencial».

En el actual contexto internacional, con los precios de las materias primas 25% promedio abajo del año pasado (lo que hace que las exportaciones bajen en precio pero no en volumen), una economía global más fría (aunque China sigue con demanda récord de soja y derivados) y un competidor directo en los granos gruesos sin procesar como es Brasil –y más de la mano de la fuerte devaluación del real–, el coctel que conforman inflación, dólar «planchado» y presión tributaria récord (incluyendo las retenciones) se llevó puesta la competitividad.

Y más allá de las declamaciones y de los insistentes pedidos sectoriales para que los candidatos presidenciales se comprometan a erradicar ese esquema (Mauricio Macri y Sergio Massa ya plantearon iniciativas en ese sentido), los números parecen darle la razón a quienes sostienen que los derechos de exportación del agro deben ser cosa del pasado a partir del 10 de diciembre próximo, sino antes.
El Gobierno insiste en que las retenciones son vitales para el financiamiento del Estado. Es más, el ministro de Economía, Axel Kicillof, expuso durante la campaña de las PASO que esos ingresos se utilizan para pagar jubilaciones y para infraestructura del campo. Pero, un reciente informe de la consultora Federico Muñoz y Asociados da cuenta que el aporte recaudatorio de los derechos de exportación están en el nivel más bajo de la era kirchnerista, tanto en su representación de la recaudación total como en su importancia en relación al PBI.

Sobre el total de lo recaudado por la AFIP, los derechos de exportación del agro pasaron de representar el 14% en 2008 (año de precios récord) a solo el 6% en los últimos doce meses. En los primeros siete meses del año, la AFIP recaudó $ 50.787 millones en concepto de derechos de exportación, de los cuales casi dos tercios son explicados por el complejo sojero.

Al segundo trimestre de 2015, las retenciones equivalen al 1,6% del PBI, igual que en 2013, pero «en franco descenso. Hace siete años explicaban el 2,8% del PBI, expuso el informe.

En 2014, dos tercios de esa equivalencia del PBI (1,3%) fueron explicados por el complejo sojero; 0,2% por la minería y el otro 0,4% por el resto. En ese escenario, eliminar las alícuotas a lo que no sea soja, minería y petróleo no tendría impacto determinante para el Fisco y sí aliviaría casi de inmediato a las actividades primarias que arrastran meses de competitividad erosionada.